LA FILOSOFÍA EN SU HISTORIA (J.F. SELLÉS)

Introducción

INTRODUCCIÓN GENERAL

 

1. Temática tripartita. Este libro se escribe para hacer asequible a un público amplio las claves –verdades y errores– que de la filosofía a lo largo de su andadura. Debido a que se busca la claridad y la sencillez en la exposición, se evita todo aparato crítico que se exigen en tratados de investigación para especialistas. También por esto toda la temática que se expone se organiza con una simple visión tripartita, pues si las realidades más relevantes existentes son, por este orden, Dios, el hombre y el universo (se deja al margen a los ángeles, porque son un tema teológico, no filosófico), en esta obra abordaremos cada uno de los autores más destacados atendiendo a qué piensa sobre dichos temas. Este será el hilo conductor. De modo que, aunque algunos pensadores destaquen en otros temas (i.e. ética, sociedad, lenguaje, trabajo, cultura, etc.), aludiremos a éstos en la medida en que no nos distraigan de los tres temas principales.

Se ofrece aquí, por tanto, de modo sintético y pedagógico, una historia de la filosofía completa porque hay muchas personas que acceden a la filosofía –incluso a realizar tesis doctorales– que provienen de otras ramas del saber y requieren conocer de modo sencillo, sin confusiones y con poco tiempo, los puntos centrales de la historia del pensamiento occidental.

 

2. Cimas y valles en la historia del pensamiento. La historia de la filosofía es como una cordillera, que comienza en un espacio y tiempo determinados y puede terminar en otros, pues no siempre ha habido filosofía y no está asegurado que siempre la haya. A lo largo de esta enorme sierra hay pequeños montes seguidos de valles a los que siguen altos macizos en los que se agrupan varios picos de mucha altura, muy próximos entre sí, tras los cuales se encuentran descensos pronunciados y cimas menores. También se dan en este gran declive cumbres aisladas. En este recorrido ha habido una peculiaridad, a saber, que la historia del pensamiento occidental ha tenido una gran elevación montañosa por cada época, dotada cada una de ellas de pocos y grandes picos. Tales macizos tienen poca extensión en el tiempo, pues no suelen durar más de 50 años y en ellos los diversos autores destacados se han influido mutuamente.

2.1. El primero de esos apogeos se dio en la filosofía griega clásica y es el periodo de los grandes socráticos, que va desde Sócrates a Aristóteles pasando por Platón, tras cuya época viene un largo periodo de marcado descenso.

2.2. El segundo, más encumbrado que el precedente, se dio en la madurez de la Edad Media, con el origen de las universidades; es el periodo de la escolástica, que va desde San Alberto Magno a Escoto, con figuras como San Buenaventura y Tomás de Aquino, época tras la cual acaeció una fuerte y prolongada crisis en el pensamiento.

2.3. El tercero, inferior a los anteriores, el de la filosofía moderna, se dio con el idealismo alemán, desde Kant a Hegel, pasando por Fichte y Schelling. Tras ellos aparece otra época de crisis caracterizada por materialismos como el de Marx, voluntarismos como el de Nietzsche, y multiplicidad de corrientes de filosofía con menor inspiración.

2.4. El cuarto, el de la filosofía contemporánea, comienza con Husserl y sigue con Scheler y Heidegger. Todos ellos arrancan dentro de la fenomenología, seguramente la corriente de pensamiento más seria en el siglo XX. Su fundador fue Husserl, su pensador más agudo fue Scheler, en concreto, en su segundo periodo (el cristiano), y el más problemático de los tres, Heidegger, porque niega que se pueda conocer la intimidad personal, obtura el camino a la trascendencia divina y postula que el ser del mundo sólo se puede conocer cuando él se da a conocer. Después de estos pensadores también ha habido intentos de defender la persona humana y al mundo como abiertos a Dios por parte de diversos filósofos (fenomenólogos, del diálogo, realistas, personalistas, etc.), pero tienen menos incisividad que el segundo Scheler, y esto se ha dado junto con otras corrientes de pensamiento más endebles que aquéllas que han conformado la centuria más compleja de la historia de la filosofía, el siglo XX.

2.5. El quinto es el que se acaba de inaugurar con la filosofía de Leonardo Polo, que tiene a este singular filósofo, recién fallecido (2013), como fundador. Se puede considerar que él es, en sentido fuerte, ‘el último filósofo’, pues los demás que últimamente ha habido y los célebres que quedan en el mundo se pueden caracterizar más bien como ‘profesores de filosofía’ que como filósofos de gran calado.

Junto a los precedentes se han dado cimas aisladas, como por ejemplo Plotino en la filosofía antigua, San Agustín en la medieval, Leibniz en la moderna, Kierkegaard en la contemporánea, y obviamente el campo está abierto para que alguien más destaque en la actual. Como se puede advertir, ya de entrada se defiende que Leonardo Polo es un gran pensador, al que el autor de este manual ha tenido la suerte de tener como maestro y amigo. También por eso la perfectiva filosófica con la que se aborda esta historia de la filosofía tiene la impronta de la filosófica poliana y, por tanto, puede servir a quienes deseen conocer su pensamiento.

Teniendo en cuenta las tres claves temáticas que nos hemos propuesto seguir –mundo, hombre y Dios–, si se pregunta ¿cómo cabe sintetizar a cada uno de estos cuatro periodos en atención a ellas?, la respuesta se puede resumir como sigue.

 

3. Las claves de la filosofía griega clásica

Son las tres siguientes:

3.1. Mundo. Se desvela que el cosmos se caracteriza por estar conformado de materia (causa material), forma o estructuración interna de la misma (causa formal), multitud de movimientos externos e internos en las realidades intracósmicas (causas eficientes) y una única unidad de orden (causa final) que rige las demás, pero no se descubre ni que el universo es creado por Dios ni tampoco cuál es la índole de su acto de ser.

3.2. Hombre. Se descubre que es un ser compuesto de alma y cuerpo, que se distingue del resto de los seres vivos porque su alma es inmortal y tanto ésta como su cuerpo son ‘capaces de tener’, aunque los niveles de posesión que descubren cada uno de los pensadores griegos clásicos son jerárquicamente distintos: unos materiales y otros inmateriales (tener práctico, tener lingüístico, tener ideas, tener hábitos adquiridos, tener virtudes; tener hábitos innatos). Pero no se alcanza a saber el ser del hombre, es decir, que cada hombre es una ‘persona’ distinta y superior a la ‘naturaleza’ común de la humanidad y al cosmos, que cada uno es creación directa y distinta de Dios y que guarda con él una relación constitutiva.

3.3. Dios. Se descubre que es el Acto Puro del que depende toda la realidad, pero no se descubre que es Creador, y que es personal.

 

4. Las claves de la filosofía medieval

Son las tres siguientes:

4.1. Mundo. Se sabe que el universo ha sido creado por Dios para el hombre, que no es personal ni eterno, sino con inicio y término temporales, y que es criatura inferior al hombre; por tanto, a diferencia de las mentalidades antiguas, éste deja de rendirle culto. Se ahonda, como lo hicieron los pensadores griegos, en su esencia (las cuatro causas), pero no en su acto de ser.

4.2. Hombre. Se conoce que es un ser personal abierto en primer lugar a Dios; en segundo lugar, a los demás; y en tercer lugar al universo físico; que está llamado por Dios aquí para que viva con él eternamente post mortem. Distingue en el hombre entre cuerpo y alma, como el pensamiento griego, y, cómo éste, demuestra que el alma es inmortal y que está conformada por dos potencias inmateriales –inteligencia y voluntad– en las que detiene su atención y las estudia pormenorizadamente. Pero no indaga acerca del acto de ser personal humano.

4.3. Dios. Se advierte, gracias a la revelación ofrecida por el cristianismo, que Dios es no sólo personal sino también pluripersonal, que es creador de dos seres distintos (aparte de los ángeles): uno, el universo, al que crea inicialmente; y otro, el ser humano, es decir, cada hombre, el cual es creado como una novedad estricta en cada momento determinado de la historia; se trata de un Dios que ha creado y cuida providencialmente del universo y del hombre y que se relaciona personalmente con éste.

 

5. Las claves de la filosofía moderna

Son las tres siguientes:

5.1. Mundo. Se duda del acceso noético humano su índole y, por tanto, se piensa que tiene más interés el partido positivo y útil que se puede sacar de él (ciencia, técnica, economía…) que conocer su contenido.

5.2. Hombre. Se opina que el acceso humano a Dios es cognoscitiva y volitivamente problemático. Se ofrecen pruebas para intentar demostrar la existencia de Dios, pero éstas no son concluyentes (ej. argumento ontológico). A la par, otros autores consideran que, o bien el hombre se abre al ser divino por fe ajena al conocimiento natural (fideísmo), o bien que estamos cerrados naturalmente a él (agnosticismo). Se considera que la apertura del hombre a los demás no es natural o constitutiva, sino adquirida por convención según diversos modelos societarios posibles.

5.3. Dios. Se considera que existe y es omnipotente, pero que, o bien está al margen del resto de lo real (deísmo), o bien que no puede ser sin ello (panteísmo), o se tiene una visión voluntarista de su omnipotencia.

 

6. Las claves de la filosofía contemporánea

Son las tres siguientes:

6.1. Mundo. El descubrimiento en las realidades particulares por parte de la ciencia ayudada por la técnica es prodigioso. Pero la consideración filosófica acerca de su índole se olvida o deja mucho que desear.

6.2. Hombre. La multiplicidad de pareceres sobre el ser humano ha sido tan extensa como respecto del ser divino, pues unos autores descubren al hombre como un ser personal abierto a la trascendencia divina y al universo, mientras que otros niegan tanto su realidad personal como dichas aperturas, hasta considerar –como llevan a cabo algunos representantes de la postmodernidad– que el hombre no es ningún quién.

6.3. Dios. Junto a corrientes de pensamiento que demuestran su existencia y sus atributos metafísicos (realismo, fenomenología, filosofía del diálogo, personalismo…), hay otras que niegan ambos extremos (algunos existencialismos, voluntarismos, buena parte de la filosofía analítica, materialismo, pragmatismo…), es decir, que son ateas. Tampoco han faltado panteísmos y agnosticismos.

 

7. Las claves de la filosofía actual

Está en crisis. Pero para evitar el pesimismo, si se atiende sólo a la que aquí se considera la superior, la que ha ofrecido Leonardo Polo, cabe indicar estos tres puntos:

7.1. Mundo. Es un ser creado no personal compuesto de acto de ser –caracterizado por su ‘persistencia’– y esencia –caracterizada por las ‘cuatro causas’, que son distintas jerárquicamente entre sí: material, formal, eficiente y final u orden cósmico–.

7.2. Hombre. Es un ser personal creado, conformado por distintas dimensiones jerárquicamente distintas. La inferior es la naturaleza corpórea, a la que se puede llamar ‘vida recibida’, heredada de nuestros padres. La intermedia es la esencia del hombre, conformada por las facultades inmateriales –inteligencia y voluntad– y la raíz de ellas, el yo, a la que se puede llamar ‘vida añadida’, pues son las perfecciones que cada quien añade a esas potencias con hábitos y virtudes, respectivamente, y asimismo, la personalidad con que le dotamos a nuestro yo. Y la superior es el acto de ser, al que se puede llamar simplemente, ‘persona’, creación directa de Dios, y que está conformada por unas perfecciones puras que caracterizan su intimidad, los radicales o ‘trascendentales personales’, a saber, la coexistencia libre, el conocer y el amar personales, que son abiertos crecientemente al Dios pluripersonal.

7.3. Dios. Es el ser pluripersonal, libre, cognoscente, amante y creador de dos seres distintos, uno no personal, el universo, y otros personales, los hombres.

 

8. Disculpas. Para la confección de algunos autores más representativos (Platón, Aristóteles, San Agustín, Tomás de Aquino, Descartes, Leibniz, Locke, Hume, Kant, Hegel y Wittgenstein) se han aprovechado unos breves Cuadernos de Anuario Filosófico que, coordinados por el profesor Carlos Ortiz de Landázuri, confeccionamos entre varios autores y publicamos con fines pedagógicos en los primeros años de la década de 1990. Con todo, los he corregido y remodelado. El resto, la mayoría, es material propio.

El autor de esta historia tiene, desde su inicio, dos líneas de investigación, la Antropología filosófica y la Teoría del conocimiento. Por tanto, aunque a lo largo de su vida haya leído muchas historias de la filosofía y muchas de las obras centrales de cada uno de los filósofos más relevantes de la historia del pensamiento occidental, no es propiamente un historiador de la filosofía. Por tanto, pide anticipadas disculpas por las lagunas que puedan ofrecer estas sintéticas páginas. Con todo, como las realidades superiores (creadas e increadas) son las personas y éstas se estudian filosóficamente desde la Antropología filosófica, tal vez la temática expuesta cuente con cierta relevancia. Y como para hacerse cargo a su nivel de cada una de las realidades existentes lo mejor es contar con una Teoría del conocimiento todo lo amplia y rigorosa que se pueda, seguramente el enfoque noético de estos escritos esté a la altura de las temáticas abordadas. Tanto la vertiente antropológica como la gnoseológica comparecerán más en el apartado de crítica o balance que se ofrece al final de cada uno de los temas.

 

9. Agradecimientos. En primer lugar hay que agradecer a Leonardo Polo sus múltiples y nucleares referencias a cada uno de los grandes pensadores de la historia de la filosofía, pues de ellas se ha tomado pie para juzgar los aciertos y errores de los diversos filósofos. En segundo lugar, hay que agradecer a multitud de conocidos y amigos, doctorandos o no, que, sin ser filósofos, han preguntado acerca de una historia del pensamiento sencilla que vaya a las claves y que sea crítica respecto de los puntos básicos filosóficos teniendo en cuenta las aportaciones de la filosofía de Polo, pues para ellos se ha escrito este trabajo.

Pamplona, 11-VI-2020