6. Egidio Romano, Pedro Juan Olivi y Ricardo de Mediavilla

6.1. Egidio Romano (1247-1316). Gil de Roma, el Doctor Fundatissimus, fue un ermitaño de la orden de San Agustín, que tenía en gran estima la doctrina de Tomás de Aquino, aunque fue crítico contra él en varios puntos. Entre sus muchas obras, comentó varios libros de Aristóteles. Polemizó con Enrique de Gante sobre la distinción essentia y esse. Obras filosóficas suyas son: De gradibus formarum, Theoremata de esse et essentia, Quaestiones Disputatae de esse et essentia, De erroribus philosophorum y De regimine principum.

a) Mundo. Defendió la distinción real tomista essentia-esse en lo creado: así como la forma es acto de la materia, así lo es el esse respecto de la essentia. El ser es coprincipio del ente junto con la esencia.

b) Hombre. El intelecto agente es potencia superior al posible y es cognoscitivo.

c) Dios. Sin distinción entre esse y essentia.

6.2. Pedro Juan Olivi (1248-1298). Este pensador francés, que estudió en la Universidad de París, formó parte de la tradición agustiniana y bonaventurista y de la tendencia antiaristotélica. Entre otras obras se pueden mencionar sus Quaestiones in secundum librum Sententiarum.

a) Mundo. Sostuvo el hilemorfismo universal salvo en Dios, y la identidad entre esencia y existencia.

b) Hombre. Admitió el hilemorfismo en el alma humana, y asimismo la teoría de la iluminación agustiniana. Negó la distinción entre el intelecto posible y el agente. Afirmó que el alma consta de tres formas –vegetativa, sensitiva e intelectiva–, pero que las tres conforman una única alma. Por las dos primeras el alma se une al cuerpo, pero la tercera es independiente y por eso inmortal.

c) Dios. Es creador, simple, sin materia, providente e ilumina al hombre.

6.3. Ricardo de Mediavilla (1249-1300). El Doctor copiosus, solidus et fundatus, profesor en la Universidad de París, siguió a San Buenaventura. Distinguió entre filosofía y teología. Obras suyas son el Comentario a las Sentencias, las Cuestiones Disputadas, tres Quodlibetos, y la Quaestio de gradibus formarum.

a) Mundo. Creado por Dios en el tiempo, no ‘ab aeterno’. Defendió el ‘hilemorfismo universal’ en lo creado, así como la primacía del bien sobre el ser y la verdad. Rechazó la distinción real tomista entre esencia y existencia.

b) Hombre. Defendió la indistinción entre el alma y sus potencias; la superioridad de la voluntad sobre el entendimiento, y asimismo, que intelecto agente y pasivo se dan en el alma.

c) Dios. Negó valor al argumento ontológico para demostrar la existencia de Dios. Afirmó que toda demostración válida es ‘a posteriori’.