3. Los pitagóricos

Pitágoras (1ª mitad del siglo VI – principios del V).

a) Mundo. Consideró que el principio de todas las cosas terrenas son los ‘números’, y que todo el cielo es ‘armonía y número’. La realidad física entera está repleta de relaciones numéricas. La relación entre ambos tipos de números conforma la armonía, que es universal.

b) Hombre. Defendió no sólo la inmortalidad de las almas, sino también la ‘transmigración’ de las mismas, incluso a otras especies vivientes. Para Pitágoras el hombre es compuesto de cuerpo y alma, siendo ésta más relevante. El cuerpo, realidad física, es un número. Y el alma, más armónica que el cuerpo, es, con más motivo, un número. Estimó que el alma es principio motor del cuerpo. Las almas son de procedencia celeste y allá vuelven tras la muerte del cuerpo si su conducta ética ha sido positiva; en caso contrario, deben ‘transmigrar’ a cuerpos inferiores para pagar un castigo e intentar purificarse.

c) Dios. Sostuvo que es un principio indeterminado del que procede el cosmos y las almas: ¿Es un número? De admitirlo, Dios sería el Uno, porque de él proceden todos los demás números. Pero esta atribución, más que pitagórica es muy posterior, ‘neoplatónica’, pues Pitágoras consideraba que el ‘uno’ no es originario, sino formado por lo ‘par’ e ‘impar’.

Pitágoras fundó una escuela, que era a su vez un estilo de vida, de la que surgieron decenas de discípulos y se expandieron por muchas ciudades. De entre ellos cabe mencionar, por una parte, a Alcmenón de Crotona, y por otra a Filolao y Arquitas, ambos de Tarento. Su pensamiento influyó en Platón hasta el punto que éste puso sobre el dintel de la puerta de su Academia el rótulo: “Nadie entre aquí que no sepa matemáticas”.

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¿Por qué los pitagóricos pensaron que las realidades son ‘números’? Porque llevaron a cabo una transposición indebida de lo mental a lo real. En su caso, de la operatividad racional que conforma las matemáticas. Lo hicieron porque buscaban en lo real –como los precedentes filósofos presocráticos– una dimensión fija, incambiable, siempre igual, una regularidad armónica, una base no sometida a los vaivenes espacio-temporales que diese razón de los cambios. ¿Hay parecido entre los números y las especies reales? Sí, pues una de ellas (i.e. gato) no es otra (i.e. león), como el 2 no es el 3, y una siempre es inferior a otra (como el 2 lo es al 3 y el gato al león). Sin embargo, el 2 y el 3 son pensados, mientras que gato y león son reales. En cualquier caso, buscaron un fundamento de lo real que fuese siempre presente, pero ya se ha indicado que la presencia es exclusivamente mental. En lo físico no hay nunca presencia sino movimiento ininterrumpido.