LA FILOSOFÍA EN SU HISTORIA (J.F. SELLÉS)

8. Las secuelas en el siglo XXI

Nuestra época se ha venido a llamar ‘postmodernidad’ y recientemente época de la ‘postverdad’. Si Hegel representaba el afán de lograr la verdad completa en presente, nuestra altura histórica se caracteriza por un alejamiento extremo de ese afán, no sólo porque se haya dado una disgregación de verdades referidas a temas aislados, sino porque ni siquiera se tiende a buscar la verdad en ninguna de las partes escindidas. De ahí que lo que parece caracterizar a nuestro periodo sea el alejamiento progresivo de la verdad. Si Hegel representa el culmen de la filosofía moderna, la misma denominación de ‘postmodernidad’ indica que se quiere estar muy lejos de su clímax.

Por eso los autores postmodernos –Lyotard, Derrida, Deleuze, Vattimo…– se sienten más ligados a Nietzsche, pero no cabe perder de vista que son nietzscheanos en la medida en que son antihegelianos, porque Nietzsche es, entre los posthegelianos, quien más criticó la verdad. En efecto, seguramente Hegel es hoy el autor más denostado o más lejano a los actuales intereses, porque es el que más quiso adherirse a la verdad completa y en presente, cuando hoy no se la busca, a la par que se añora el pasado –estamos en una época mítica–, porque se ha perdido la esperanza en el futuro. De Hegel hoy se rechaza implícitamente todo, hasta su actitud de esfuerzo filosófico, porque hoy se busca la vida fácil; también se rechaza su lenguaje difícil, porque hoy se desea la retórica lingüística atractiva y propagandísticamente impactante.

De momento, en los epígrafes de 6 a 8 de este tema se ha dado cuenta del de la aparición posthegelianismo, porque como se decía en la Introducción de esta IIIª Parte, el linde entre la filosofía moderna y la contemporánea hay que ponerlo en Hegel. En cada uno de los temas de la IVª Parte se dará cuenta pormenorizada de cada uno de los movimientos antihegelianos y de sus representantes.