LA FILOSOFÍA EN SU HISTORIA (J.F. SELLÉS)

2. Física

2.1. Las categorías. Son los distintos modos de decir o atri­buir el ser a la substancia. Distingue 10 categorías o géneros de ser, y de decir: a) La sustancia: el ser a quien le compete existir en sí y no en otro. Tiene consistencia propia, a pesar de no poder ser percibida por los sentidos, pues de modo sensible sólo se experimentan los ac­cidentes. b) Los accidentes: que tienen el ser en otro y por otro, es decir, en y por la sustancia. Dentro de ellos se distinguen dos clases: b.1) Los que determinan intrínsecamente a la subs­tancia: cantidad y cualidad. b.2) Los que determinan extrínsecamente a la subs­tancia: relación, dónde, cuándo, situación, posesión, ac­ción y pasión.

2.2. Noción y tipos de movimiento. El movimiento es una condición que afecta esencialmente a las cosas naturales (physis), ya que la naturaleza es preci­samente el origen o causa del movimiento. En consecuencia, según Aristóteles, la negación del movimiento, como hicie­ron los eléatas, equivale a la negación de la naturaleza. Hay dos clases de movimiento, de cambio o mutación: a) Las mutaciones sustanciales, que implican el cambio de una cosa a otra. Pasan de tener una determinada forma (causa formal) a tener otra. Este tipo de cambio se da en los procesos de generación de una cosa y constituyen al mismo tiempo (simultáneamente) la corrupción de otra. b) Las mutaciones accidentales, que comportan una modifica­ción de las deter­minaciones accidentales de una cosa. Den­tro de éstas se dis­tinguen tres especies de mutación o cambio: b.1) La alteración o cambio de la cualidad. b.2) El aumento y la disminución o cambio simplemente cuantitativo. b.3) La traslación o cambio de lugar.

2.3. Teoría hilemórfica. En cualquier ‘cambio accidental’ se distinguen dos principios: una dimensión que permanece (sustancia) y otra que cambia (accidente). En el ‘cambio substancial’ hay que contar con otro asunto, que es la pri­vación. En el primero se pasa de un accidente a otro. En el segundo, se pasa de una causa formal a otra permaneciendo la causa material. Lo que precede indica que los seres materiales se componen de dos principios: a) La forma: es aquello que da la determinación pro­pia a una realidad física, a la substancia, es decir, su especificidad. Es la estructuración interna de la realidad material. No debe concebirse como algo vi­sual (figura), como mero aspecto exterior. Es el principio configura­dor. Todo ser es un ser formado; todo de­venir es un recibir la forma, todo perecer es un perder la forma. b) La materia: es el sustrato, el principio que permanece en los cambios formales. Ambos son coprincipios de la substancia. La materia es un coprincipio indeterminado y potencial que permanece en el cambio recibiendo sucesivas formas; es aquello que ya está formado de alguna manera; materia informada con alguna determinación; por ejem­plo, los materiales de construcción de una casa.

Aristóteles consideró dos sentidos de materia. Por ‘materia prima’ entiende la absoluta indetermi­nación, lo in­diferenciado, lo que hace de sujeto de todo devenir en el ser material. Está carente en sí misma de toda forma, pero es capaz de recibir toda información. Por ello es sus­trato per­manente en los cambios substanciales. En cambio, la ‘materia segunda’ ya está determinada por una forma concreta. Forma y materia son dos principios constitutivos de las sustancias, que operan en el juego del devenir o mo­vimiento como acto y po­tencia. La forma substancial es el principio activo. Es el acto propio del ser constituido. Por el contrario, la materia prima es un principio pasivo, es pura poten­cia carente de cualquier determinación y su ser con­siste en su disponibilidad radical para recibir la forma o ser informada.

2.4. Las cuatro causas. La investigación del devenir lleva a preguntar por sus causas, pues ‘todo lo que llega a ser es por una causa’. La ‘causa’ es aquello de lo que una cosa depende en su ser y en su hacerse. Aristóteles habla de cuatro causas: a) Dos intrínse­cas en una realidad física: materia y forma, que son los constitutivos esenciales de la substancia natural y constituyen su estructura hilemórfica. b) Dos extrínsecas: la causa eficiente o principio del movimiento, y la causa final u orden del universo físico. Las eficientes son incontables. La final, una sola, que ordena a las demás.