LA FILOSOFÍA EN SU HISTORIA (J.F. SELLÉS)

4. Sus teoría sociológica y psicológica

4.1. Sociología. La persona, el acto de ser personal, no es individuo sino coexistencia. Tal coexistencia no se da a nivel de la naturaleza o esencia del hombre, sino a nivel íntimo. Por dentro, si una persona no fuera no sería persona. Una persona sin apertura personal no puede existir. La apertura personal de cada quién equivale al acto de ser que la persona humana es, de donde brotan las manifestaciones sociales, las cuales sí son del ámbito de la esencia del hombre y conforman la sociedad. Por eso, a nivel de manifestación el hombre no es individuo, sino social. Lo social en el hombre es, pues, más que lo individual. Lo social pertenece a la esencia del hombre, es superior a la naturaleza humana e inferior a la persona. Es, pues, intermedio entre ellas.

Para Polo “la sociedad es el encauzarse según tipos la manifestación indefectible, y sujeta a alternativas, de la convivencia humana en cuanto que humana”, es decir: 1º) La sociedad se encauza ‘según tipos’, pues las afinidades entre unos caracteres y otros configuran los tipos humanos de que habla la psicología. Hay diversos tipos dentro de lo humano. Sin embargo, ninguna persona está determinada por su modo de ser, por su tipología, porque puede destipologizarse. 2º) La sociedad es manifestación indefectible. ‘Manifestación’ indica que la sociedad no es del ámbito de la intimidad personal, sino de la exteriorización humana; ‘indefectible’ señala que no puede faltar, es decir, que es previa a cualquier otra manifestación humana (lenguaje, trabajo, cultura, técnica, economía, etc.). 3º) ‘Sujeta a alternativas’ indica que si lo social es manifestación de la libertad personal, lo perteneciente al ámbito de lo social no es de carácter necesario sino libre y, por tanto, abierto según alternativas. Como éstas pueden ser mejores o peores, buenas o malas, es claro que la manifestación social está subordinada a la ética. 4º) ‘De la convivencia humana en cuanto que humana’ expresa que el carácter de social es atribuible a cualquier acción humana, es decir, que ninguna acción humana (tenga o no intención social) es previa a la sociedad.

La sociedad actual tiene, según Polo, tres bases, las cuales son en orden de importancia las siguientes: familia, universidad y empresa. La primera, porque su vínculo de unión es el amor personal, que es lo superior en el ser personal. La segunda, porque tras la familia lo más relevante es la educación de las personas, y la universidad es la cumbre de la educación. Lo tercero, porque tras las verdades teóricas (que se descubren sobre todo en la universidad, ya que ésta es –debe ser– la punta de lanza del saber superior), están las verdades prácticas, las cuales se descubren y se hacen factibles a través de la empresa. Con ello Polo corrige el moderno individualismo asocietario, además de poner fundamentación a la familia, a la universidad y a la empresa.

4.4. Psicología. Para Polo “la psicología encuentra su justificación científica en virtud de la existencia de un movimiento cualitativamente distinto de cualquier otro. Esto significa, a la inversa, que si no cabe establecer entre movimientos una diferencia estrictamente cualitativa, la psicología no es una ciencia”. El ‘movimiento vital vegetativo con sus funciones’ es tema propio de la biología. En cambio, ‘el movimiento vital de los sentidos, apetitos y facultades inmateriales humanas’ es tema propio de la psicología. En cuanto al método, si bien el movimiento vital vegetativo y orgánico se alcanza a conocer por medio de un acto de la razón, el juicio, el conocimiento propio del estado o ‘movimiento’ propio de las distintas facultades humanas sólo se alcanza a conocer desde un nivel noético superior a la razón, a saber, la sindéresis, el inferior de los hábitos innatos. Con esto Polo corrige diversas propuestas de las escuelas psicológicas modernas a la par que fundamenta las de la psicología clásica.

Si “el tema de la psicología no es ‘lo psíquico’, sino la vida como tipo de movimiento” y el de sus facultades, y su método es la sindéresis, ese movimiento no se reduce al comportamiento, porque éste se configura con las acciones transitivas humanas, pero los actos de las facultades no son acciones transitivas, sino operaciones inmanentes. Por tanto, el fulcro de la psicología estriba en el engarce de unas con otras, y en la redundancia que éstas ejercen sobre las facultades, consecuencias a las que se denominan pasiones, sentimientos o afectos. Por eso es propio de la psicología discernir entre modos de conocer correctos e incorrectos, modos de desear correctos e incorrectos, y sentimientos equilibrados o alterados.