LA FILOSOFÍA EN SU HISTORIA (J.F. SELLÉS)

4. Realidad, conocimiento y lenguaje

El verdadero sabio es el que ha roto las cadenas que lo unían a lo material y sensible y ha escalado el lugar que natural­mente le corresponde como alma. Ha subido al mundo de lo in­material e inteligible y distingue claramente entre dos ni­veles de profundidad, tanto en el ser, como en el conocer y en el hablar.

4.1. En el nivel del ser se dan, según Platón, cosas individuales y esencias uni­versales. Él exageró situándolas en mundos dis­tintos. Aristóteles, en cambio, las colocará unidas en este mundo de lo físico, afirmando que toda forma universal está repartida, individualizada, en muchas materias individuales.

4.2. En el nivel del conocer las cosas individuales las conocemos por imágenes sensi­bles (pues son particulares como nuestros sentidos). En cam­bio, las esencias universales no las podemos ‘imaginar’, ya que son abstractas e inmateriales, sino sólo ‘inteligir’ o entender, mediante conceptos.

4.3. En el plano del lenguaje, hemos de emplear nombres propios y concretos para desig­nar individuos (Sócrates, éste lápiz, mi libertad, etc.) y nom­bres comunes o ‘definiciones’ para hablar de conceptos universales (hombre, casa, democracia, etc.).