LA FILOSOFÍA EN SU HISTORIA (J.F. SELLÉS)

7. De la substantividad de X. Zubiri al monismo de P. Laín Entralgo

7.1) X. Zubiri. a) Vida y obra. Nació en 1898 en San Sebastián. Ingresó en el seminario de Madrid. Fue ordenado sacerdote. Estudió filosofía en la Universidad Central de Madrid, donde enseñó filosofía. Tuvo el influjo de Juan Zaragüeta y Ortega y Gasset. Asistió a cursos en Friburgo y Berlín con Husserl y Heidegger. Tramitó su secularización y, tras obtenerla, contrajo matrimonio. Durante la Guerra Civil Española permaneció en París donde trabajó en Física con Louis de Broglie y en filología con Emile Benveniste. Al acabar la contienda española enseñó en Barcelona, pero pidió la excedencia por su descontento con la universidad. Murió en Madrid en 1983. Entre sus obras, eminentemente antropológicas, destacan: Siete ensayos de antropología filosófica, El hombre y Dios; Tres definiciones clásicas de hombre, Cuerpo y alma, La libertad, El problema del hombre, Sobre la persona, Sobre la voluntad, El hombre y la verdad, El hombre: lo real y lo irreal, El hombre y el problema de Dios, El problema teologal del hombre: Dios, religión, cristianismo, El hombre y Dios, Tres dimensiones del ser humano: individual, social e histórica y La inteligencia humana.

b) Filosofía. Se puede resumir en dos partes:

i) Aciertos antropológicos: 1º) La intimidad sólo se da (intramundanamente) en las realidades humanas. 2º) Distinguió entre persona y naturaleza humana; que equivale a la distinción entre ‘personeidad’ y personalidad, o a la de entre la intimidad y el yo. 3º) Describió a la persona como ‘ser-con’. 4º) La constitución de la persona es ‘filética’, es decir, vinculada a sus orígenes. 5º) Su apertura es trascendental.

ii) Aspectos discutidos: 1º) El método cognoscitivo de la intimidad personal humana es múltiple: sentimientos, sensibilidad, inteligencia, conocer experimental o conformación vinculado a la vocación personal, reflexividad (‘reversión’). 2º) El hombre es una ‘sustantividad’ (hipokeimenon), una concepción sustancialista del hombre que se opone al modo de ser abierto trascendentalmente del espíritu humano. 3º) El hombre es una ‘realidad en propiedad’, pues si bien el hombre es dueño de sus actos, no es enteramente dueño de sí.

7.2. P. Laín Entralgo. a) Vida y obra. Nació en 1908 en un pueblo de Teruel. Además de estudiar química, medicina y cirugía, historia de la medicina, y de ser médico psiquiatra, fue un copioso escritor español; gran humanista, filósofo e incluso compositor de teatro. Miembro de tres Reales Academias Españolas (Medicina, Lengua e Historia). Personaje culto por lo que al conocimiento de la historia del pensamiento se refiere. Leyó, al menos, a Unamuno, Ortega, Zubiri, quien más le influyó, Marías, Dilthey, Scheler, Sartre, Marcel, Merleau-Ponty, Husserl y Levinas. Murió en 2001. Trabajó, sobre todo antropología, en la que cabe destacar estas obras que se dividen en 2 periodos: 1º) De dualismo alma-cuerpo: Palabras menores, La espera y la esperanza, La empresa de ser hombre, Teoría de la realidad del otro, Sobre la amistad y Antropología de la esperanza. 2º) De monismo corporalista: El cuerpo humano. Teoría actual, Cuerpo y alma, Creer, esperar, amar, Alma, cuerpo, persona, Idea del hombre y Qué es el hombre.

b) Filosofía. Dividiremos sus claves antropológicas entre sus dos periodos.

i) Primer periodo. Aspectos positivos: 1º) Atribuyó a la persona la libertad y la intimidad. 2º) Describió al hombre como proyecto de futuro, empresa, esperanza y vocación. 3º) Distinguió la ‘libertad de’ de la ‘libertad para’. 4º) Consideró al hombre como coexistente a nivel manifestativo. 5º) Estableció adecuadamente a ese nivel las relaciones entre ‘yo’ y ‘tu’. 6º) Notó el carácter no accidental de la existencia humana. 7º) Consideró la realidad de la persona humana como inabarcable, inacabada, innumerable, no susceptible de cuantificación, no exterior, no probable, no indiferente. Aspectos negativos: 1º) Falta de precisión entre lo que es ‘de’ la persona y lo que es ‘la’ persona. 2º) ‘Macla’, de perfil zubiriano, entre lo mental y lo biológico. 3º) Desconocimiento de los niveles noéticos para conocer tanto la esencia del hombre como el acto de ser personal. 4º) Consideró que la coexistencia humana es meramente de índole manifestativa, no trascendental. 5º) Confundió entre ‘persona’ y ‘yo’ o ‘personalidad’. 6º) Tuvo la tendencia a describir la intimidad como conciencia. 7º) Tuvo la propensión a describir el ‘ser’ humano como ‘disponer’. 8º) Explicó a la persona por orden al espacio y al tiempo. 9º) Cerró prematuramente el conocer natural humano, para dar paso a la ‘creencia’ (tesis discordante con la doctrina católica).

ii) Segundo periodo. Se trata de un materialismo (‘materismo’ lo llamó él). Este corporalismo fue debido a dos tesis: 1ª) Una heideggeriana: ‘La pregunta es la forma suprema del saber’. 2ª) Una propia: ‘Para la mente humana, lo cierto será siempre lo penúltimo y lo último será siempre incierto’, entendiendo por ‘penúltimo’ lo sensible y ‘último’ lo inmaterial.