LA FILOSOFÍA EN SU HISTORIA (J.F. SELLÉS)

3. Marco Terencio Varrón (116 a. C. – 17 a. C.)

Su vida fue de signo dialéctico ante los diversos césares. Primero fue alto militar con el emperador Pompeyo. Tras la derrota de éste por Julio César, obtuvo su perdón y lo nombró director de la biblioteca romana. Pero cayó en desgracia con la subida al poder de Marco Antonio, siendo por fin restituido su prestigio público con Octavio. Tras abandonar la carrera política se dedicó a la cultura, a leer y escribir infatigablemente, hasta el punto que San Agustín escribió que “Varrón leyó y estudió tanto que nos sorprende cómo pudo encontrar tiempo para escribir, y escribió tantas cosas que apenas podemos creer haya nadie que las pueda leer”. Agustín de Hipona, De Civitate Dei, VI, 2.

Es uno de los autores que más leyó y escribió en la antigüedad (alrededor de 500 obras), y uno de quienes menos libros se han conservado (su biblioteca fue mandada quemar por Marco Antonio), pues solo disponemos de una obra completa en 3 libros, la cual versa sobre la agricultura, y de otra parcial, que estaba compuesta por 25 libros, referida a la lengua latina y dedicada a su amigo Cicerón. Escribió 150 libros de sátiras sobre costumbres humanas (de los que se conservan unos 600 fragmentos); asimismo 41 libros sobre diversos temas humanos y divinos tratados por los autores antiguos, compendio al que se llama Las Antigüedades, tal vez su obra principal; 76 libros titulados Logistoricon, de discusión histórico-filosófica, 3 asimismo de filosofía titulados De forma philosophiae, 9 libros sobre las diversas disciplinas del saber, además de otros libros sobre personajes célebres romanos, sobre el modo de la vida romana, sobre el derecho, comedias, etc.

a) Mundo. Escribió un libro titulado Sobre la naturaleza de las cosas, pero como no se ha conservado, desconocemos su contenido.

b) Hombre. En ética defendía las virtudes: piedad, honestidad, austeridad. En filosofía de la historia dividía el tiempo de la humanidad en tres edades: tiempo oscuro, tiempo fabuloso y tiempo histórico.

c) Dios. Veía en la decadencia de la religión romana el crepúsculo del imperio. Por tanto, admitía el politeísmo, aunque en algún dicho hable de Dios en singular, como ese en el que afirma que “Dios nos dio los campos y el arte del hombre edificó las ciudades”. Dijo que existen tres tipos de teología, la mítica, la política y la natural. De esas tres San Agustín afirmó que solo la última es verdadera.